Ayer domingo pasamos la mañana cocinando y planchando.
Los dos juntos, como siempre.
Rubén planchaba y yo cocinaba.
Preparé verdinas con almejas y gambones para comerlas hoy lunes como almuerzo pero también me dio tiempo a cocinar unos garbanzos de "cuaresma", cuando a mi la cuaresma me importa una mismísima mierda.
He leído esta mañana en la versión digital de El País a la bellisima Ava Gardner recordando su infancia:
"Gardner nació el día de Nochebuena de 1922 en una pequeña comunidad de
plantadores de tabaco en Carolina del Norte. La más pequeña de siete
hermanos, hija de un granjero irlandés alcohólico y una baptista
escocesa, solo dijo de su niñez que en aquella época “Lo único que
deseaba era estar muerta”
Que se alejen de mi vida la iglesia y sus gentes.
Ayer fuimos a ver Argo, de Ben Affleck. Preciosa. Sentí la misma intimidad que cuando vimos La noche más Oscura, de Kathryn Bigelow. Y al terminar la película no pude dejar de pensar en Soraya, la princesa de ojos tristes....en el Sha de Persia, en Farah Diva, en los Pahlavi....la magia de oriente perdurando hasta el mismísimo siglo XX. La fiesta que organizó el Sha para conmemorar los dos mil quinientos años de historia del imperio persa se recuerda aún como una de las más fastuosas de la historia. Celebrada en la mítica Persépolis, devastada por el semidios Alejandro tras una noche apocalíptica de alcohol, sexo y salvajismo.
Escucho College and Electric Youth, qué maravilla. Qué guapo Ryan Gosling, lo adoro desde que lo vimos en Drive, no quiero que vuelva a interpretar a nadie que ría.
No voy a decir enamorarme pero sentir un amor infinito por un personaje que vemos en cualquier película es algo que antes no me ocurría y que siento desde hace poco tiempo.