O tempora, o mores! es una locución latina que se puede traducir como ¡Oh tiempos!, ¡oh costumbres!.
La utilizó Marco Tulio Cicerón en su primera Catilinaria, Oratio in Catilinam Prima in Senatu Habita. En su discurso contra Catilina,
quien había intentado asesinarlo, Cicerón deplora la perfidia y la
corrupción de su tiempo. La frase se emplea, generalmente en tono
jocoso, para criticar usos y costumbres del presente, recordando la
época de las buenas costumbres.