Mujer distinguida



jueves, 23 de febrero de 2012

Pardonnez-moi, la vie m'est insupportable


O tempora, o mores!
Ayer los cristianos católicos celebraban el inicio de lo que llaman cuaresma con uno de los ritos que a mi más me divertían cuando estaba con mis patéticos curas: la imposición de la ceniza. Recuerdo cuando cada año entrábamos a la iglesia Nuestra Señora de Gracia, a escasos metros de nuestro colegio, libremente _"porque aquí venís porque queréis", nos decían...._ a la misa de rigor, a presentarnos no ante Dios, sino ante ellos, los que llevan profanando su nombre 2012 años. Me encantaba estar allí, me gustaba el ligero olor a incienso, a la cera de los cirios, a la madera de los bancos. Qué paz me abrigaba dentro de aquél espacio, aquella atmósfera de respeto, de tradición, de arte, pero también de disciplina, de reglas, protocolo; aquel espacio tenuemente iluminado, casi oscuro en el que siempre había viejas de las que sólo veíamos sus espaldas.
Disfrutaba cuando, marcialmente, avanzábamos por la nave central hacia el crucero, dónde nos esperaba D. Santiago en las escaleras, de espaldas al altar para imponernos la ceniza: no sois nada, sois menos que nada, sois una mierda. Gracias por recordárnoslo cada día. Pero nuestros curas eran modernos, habían abrazado con euforia los principios del concilio Vaticano II y en lugar del demoledor "Pulvis es et in pulverem reverteris"mientras nos santiguaban la frente con polvo, sólo oíamos "conviértete y cree en el Evangelio"... qué cosa tan pedagógica, tan carente de dramatismo. ¿Conviértete? ¿pero yo antes practicaba algún otro rito? ¿acaso fui calvinista en párvulos?¿los que vivíamos en camino de Ronda éramos indios por evangelizar?. Qué poca fuerza en esas palabras. Por culpa de cosas así tenemos ahora templos que parecen garajes y yo abandoné la iglesia, entre otras cosas porque comencé a celebrarme a mi mismo, "I celebrate myself".

Pues mientras algunos acudían ayer a sus templos yo escuchaba a Dalida porque ella sí que era teatro, dramatismo...polvo a pesar de la devoción que su voz provocaba en el mundo. Dalida se suicidó el 3 de mayo de 1987, en la soledad de su maravillosa casa en Montmartre. Junto a su cuerpo se encontró una nota de despedida: Pardonnez-moi, la vie m'est insupportable.
Avec le temps



miércoles, 22 de febrero de 2012

Una puta entre rastrojos


En el trabajo hemos nos hemos mudado de sede, abandonamos hace ya casi un mes la anterior y nos hemos trasladado al desierto, a un erial sin sector servicios alrededor. No tenemos bancos, no tenemos fruterías, no tenemos carnicerías, no tenemos zapateros, no tenemos supermercados, no tenemos tintorerías, no tenemos nada de lo que anteriormente disfrutábamos en un radio de cincuenta metros, eso sí, tenemos fotocopiadoras a tutiplen.
El edificio es precioso, de principios del siglo pasado, un capricho colonial en el que hemos asentado nuestros reales. Ahora sí que somos una gran empresa en la que apenas hay contacto con los compañeros, salvo con los que compartes despacho, que esa es otra, que por problemas de espacio me han ubicado en un departamento ajeno al mío.....una puta entre rastrojos. Me consuelo pensando en que las funciones de mi trabajo afectan horizontalmente a todos los departamentos de esta empresa. Durante las dos primeras semanas nuestro zona no tuvo calefacción por problemas con la instalación, justo en plena ola de frío siberiano. Fue horrible, toda la mañana con los pies congelados por mucho calcetín que me pusiese.

Rubén y yo estamos pasando un invierno horrible. Desde que estamos en Sevilla no hemos sentido tanto frío como este año. Hace tres semanas estuve cinco días en cama por culpa de una gripe y desde entonces sigo tosiendo; Rubén cayó una semana después, pero con unos síntomas más livianos que sólo lo tuvieron convaleciente tres días y esta semana hemos sufrido los dos lo que pensamos que ha podido ser un virus intestinal que nos ha dejado fuera de juego dos días, a dieta blanda y Motilium.
Desde que empezaron estas plagas abandoné _ no sé si es la palabra más exacta teniendo en cuenta que sólo llevaba tres semanas_ el gimnasio, con lo que me costó arrancar, con la disciplina que necesitaba para ir a diario. Antes de ayer volví después de esos días de retiro forzado pero el virus pateó con fuerza mi estómago y tuve que volver corriendo a casa temiendo una vomitera en plena sala de musculación acompañada de diarrea porque observo, de un tiempo a esta parte, que cuando me entran náuseas se me relajan los esfínteres....estas cosas son las que me recuerdan el motivo por el que debo volver al gimnasio.